jueves, 5 de noviembre de 2009

El BCE mantiene los tipos al 1%.

Ayer me enteré de que hoy tenían que anunciar qué hacían con los tipos y no podía imaginar un escenario diferente al que se ha planteado, los tipos no se han canteado, y la economía sigue su curso.

Subirlos hubiera sido como cortarle la cabeza a la gallina mientras pone el huevo y bajarlos sería como echar más pienso a un gallinero que no sabe muy bien que hacer todavía con el que tiene.

El caso es que algún día subirán, y eso también debe recordarse para impulsar aun más si cabe (por expectativas futuras) la inversión actual. Algo difícil.

De todas formas el miedo financiero sigue en el aire, ya sea por las burbujas rotas que envolvían los agujeros negros de las crisis crediticias o por la endeble, incognoscible y secreta economía real que sigue los pasos de mama pato cual disfraz de Halloween.

Los créditos siguen siendo los mínimos, la iniciativa empresarial no existe hasta que la economía no de señales verdes (tipo LED) de recuperación, y debemos por tanto mantenernos en el limbo de la espera mientras aumenta la productividad ficticia de los pocos empleados que quedan y bajan los costes laborales de los mismos, en un deseo conjunto de que llegados a un punto el beneficio generalizado comience a dar muestras de progreso.

¿Qué que narices digo? Que palpamos la espera, larga y endiabladamente espinosa, que mortifica los días, ni buenos, ni malos. Aburridos. Correctamente aburridos.

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