domingo, 11 de septiembre de 2011

Caótica Economía


Saludos.
Ha llegado usted a Caótica Economía, pero este no es el blog oficial, sino el espejo-blogspot.
Si le ha gustado el blog y quiere seguir al día, le recomiendo encarecidamente que vaya aCaoticaEconomia.wordpress.com, donde se crean entradas casi a diario sobre la actualidad económica de esta caótica realidad que es nuestro mundo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Burbujas económicas y expectativas irracionales.


Mucha gente, aun hoy en día, sigue rebanándose los sesos preguntándose porqué existen estas burbujas económicas. La explicación más técnica del termino logra cubrir bastante ampliamente ese ámbito del conocimiento, si bien deja un reflejo más escaso de entendimiento en la formación y explosión de las propias burbujas.

Desde hace años se llevan viniendo usando las expectativas en la formulación matemática, mucho antes en los teoremas clásicos. Y matemáticamente, la formación de burbujas no es si no la incursión de los precios de un activo determinado en un sistema dinámico explosivo, retroalimentado por las expectativas.

Un precio sube, porque creemos que va a subir.

Primero debemos entender de donde salen estas expectativas.

Y es que estudiamos la economía como un sistema formado por seres humanos que interactúan y producen gracias a unas tecnologías, y damos mucha importancia a la ciencia y a innovación para la formación de incrementos en la productividad, pero la propia ciencia económica es de por si ya muy importante como una variable que afecte a la propia economía.

Los overshooting son aquellas situaciones donde, por el propio conocimiento de los individuos sobre economía, se sabe que va a suceder algo, lo cual hace que se actúe en una dirección que potencia aun más el efecto.

Por ejemplo, sabemos que si aumenta la oferta monetaria, van a subir los precios, y eso va a hacer depreciar la moneda. Pues bien, saber eso hace que se incremente la oferte de esa moneda (para no perder dinero), lo cual hace que se deprecie aun más.

No es difícil entender el concepto si usamos nuestro propio conocimiento actual. ¿Porqué subían los precios de los pisos? ¿Por qué había gente que los seguían comprando?

Pues porqué existía la creencia general de que los precios seguirían subiendo. Y esta creencia no tiene porque basarse en una realidad trascendente detrás, se retroalimenta por si sola.

Si sé que los precios de un activo va a subir, voy a intentar comprarlo para ganar dinero con ello, eso va a hacer incrementarse la demanda, lo cual hará realmente que suba el precio. Eso me da más confianza para que en el siguiente periodo siga pensando que los precios seguirán subiendo.

Acciones bursátiles, bienes inmobiliarios… el siguiente activo será el agua, o los activos que se centren en su distribución o que se yo. Este tipo de creencias no se solventan nunca, por que son verdaderas realmente.

El liberalismo consigue la permanencia de estas estructuras dinámicas explosivas, y los organismos independientes deberían ser quien los frenase, pero hasta el día de hoy, todos se han querido beneficiar y nadie ha querido frenar la tendencia, esperando hasta que explotase en la cara.

La pregunta es, ¿estas expectativas que son, racionales o irracionales?

lunes, 22 de marzo de 2010

Grecia, Alemania y las ayudas perdidas.



La recuperación de Grecia nos influye a todos. A los países periféricos mucho más claro, ya que podemos decir que somos los segundos en la cola. Hoy en día todos se fijan en Grecia, pero el problema persistiría aun cuando Grecia pudiera solventar todos sus problemas si el resto permaneciésemos igual.


La situación griega no empeora, así como el resto de las economías del mediterráneo, que siguen en una crisis entornando el ciclo alcista con ciertas dificultades de tipo estructural bajo la manta. ¿Qué es lo que motiva pues los cambios en las perspectivas futuras, expuestas visiblemente a través de los beneficios o perdidas de las bolsas de estos países? Pues la ayuda o abandono que estas economías pueden sufrir a manos de sus coetáneos Europistas, los países de la eurozona que están mejor posicionados.


No es de extrañar por tanto que ante noticias como esta, en donde Alemania se limpia las manos ante el problema y deja caer que debe ser el fondo monetario internacional quien reparta las ayudas, las bolsas de estos países bajen.


El desplante de Alemania no es nuevo, y lo cierto es que soy bastante critico con ello. Uno no debe esperar que un país, per se, ayude a otro obligado por unas leyes que no quieren realmente acometer. Pero entonces ¿De que sirve la UE? ¿No era una verdadera unión económica? ¿No queríamos aproximar las economías para mejorar la estabilidad de conjunto?


Mucho se habla de la posibilidad de que estas economías se vayan de la zona euro. Lo mio es insensato, pero yo me pregunto, ¿no sería más lógico que fuera Alemania quien se fuera? Sobretodo si sigue llevándole la contrario a la autoridad de Bruselas.


Y parto del hecho de que los que más perderíamos, económicamente hablando, seriamos nosotros. Soy consciente de ello. Es la fuerza motora, pero echa los humos hacía los países colindantes y luego se queja de que no podamos ver entre la niebla.


La solución descansa en una reflexión pausada, y en sentarse con Alemania de una vez por todas y aclarar que estamos haciendo, unos y otros.


El papel de las economías más perjudicadas tampoco está exento de criticas. No por el hecho de que sus déficits no se adecuen en base a las descritas por la UE (que deberían adecuarse de forma más ajustada a cada país), sino por el pasotismo político en cifras reales del que hacen gala. Unos falsean datos. Otros no los aportan. Otros parten de visiones poco realistas.


Alemania tiene parte de razón al no querer ser perjudicada por la ineficacia de los demás, y es algo que en si no podemos reprochar.


Por eso, las ayudas no deberían ser, nunca, unas transferencias sin transfondo económico. Se debe exigir, como requisito primario, y también de mayor importancia, que estos países aporten sinceridad. Pero se debe exigir, y también es importante, que todos luchemos a una si no queremos echar la vista atrás y encontrarnos solos.

El largo plazo no es el corto plazo. Y pasan muchas cosas durante los años.

domingo, 21 de marzo de 2010

El déficit estadounidense y el Yuan Chino infravalorado (II)



Partiendo de mi primer artículo sobre el tema, la realidad nos indica que China esta cargándose de reservas en dólares, gracias a su superávit comercial, lo cual hace apreciar el dólar y devaluar su moneda, en un intento de seguir siendo competitivo, o el más competitivo, de cara al exterior.

Krugman en un artículo para El País, da algunas respuestas sobre las soluciones que EEUU pueda acometer.

Parte del hecho de que estamos todos viviendo en pleno miedo (económico) por el despertar de China y que eso nos puede nublar de ver que cualquier relación económica o comercial se da por dos vías, compra y venta.

China ahora mismo tiene un superávit inflado gracias a una moneda que debería ser más cara (por el incremento continuado de la demanda internacional) y por encima de todo, el método por el cual  ha conseguido depreciar su moneda, la compra de dólares, aunque pudiera ser perjudicial para los Estados Unidos, puede darse la vuelta y explotarle en la cara al país asiático.

Podemos decir que sigue la máxima de la frase: Si tiene una deuda con el banco de 10.000 euros tienes un problema. Si tienes una deuda de 1.000.000 euros, el problema es del banco.

Como decíamos, China no va a querer abandonar la compra del dólar de golpe a corto plazo por que eso inundaría el mercado de dólares, lo cual haría que bajara su precio, lo cual haría que bajara la riqueza que mantendría en los dólares restantes. (Las expectativas sobre precios son uno de los principales factores de burbujas especulativas de los que hablaré largo y distendido otro día).

Y Krugman dice: bueno, siempre podemos perjudicar el superávit de China con tasas a la importación. Se puede imponer que haya que pagar un 25% más a cada producto que se compre a China.

Esto crearía un diferencial de precios que afectaría al tipo de  cambio real, devaluando el dólar y fastidiando a China. Posiblemente una amenaza como esta bastaría para que China dejara sus prácticas y se dedicara a hacer lo mismo con una cesta de bienes, y no sólo con el dólar.

El problema, claro, es que es una práctica de poco librecomercio. Internacionalmente no sé como podría llegar a verse aunque personalmente la veo temporalmente correcta, y queramos o no, esto es una guerra económica, cada país debe poder usar sus propias armas.

Narrativa económica: El señor Noel (1º parte)


Introducción


Papa Noel está ahora mismo en algún lugar de la existencia paseándose con un caramelo de azúcar y canturreando algún villancico mientras se preocupa de la economía mundial.

No sé muy bien que es lo que le pasa a este hombre, ni cual es la motivación secreta, que le induce a hacer lo que hace, lo único que puedo entender, y utilizar como base de toda la argumentación, es el hecho de que todas las navidades cientos de personas encuentran regalos bajo el árbol de navidad, traídos por el viejo señor Noel.

Así pues, creo que es de interés popular intentar entender como es el funcionamiento del sistema económico que permite al señor Noel realizar todo este tinglado.

Incentivos. (O qué motiva a Papa Noel)


En cada teoría económica que encuentres, el papel de los incentivos es crucial para que la matemática o el desarrollo que ahí se despliega tenga algún sentido y coherencia desde el punto de vista operativo. Es decir, la gente trabaja para cobrar, y cobra para comprar, y compra para obtener algo, y lo obtiene porque lo quiere, y lo quiere porque le aporta algo, un bienestar.

Este es el sentido “egoísta” fundamental que Adam Smith (y ya otros antes) le daban al ser humano como clave para el funcionamiento de la economía, y generalmente se trata de estudiar como estos (y muchos otros incentivos de la misma categoría) modifican o determinan nuestro comportamiento económico en la sociedad.

La mezcla entre nuestros intereses y los del resto, unido al trabajo que tenemos que realizar como sociedad (e individuo) para obtener los bienes que queremos, determinan, en el mercado, los precios a los que intercambiamos los bienes.

Todo bien tiene un precio porque todo bien ha sido producido por alguien (o recolectado, o creado), que espera tener una recompensa, por parte de alguien que quiera el bien producido, con la que poder conseguir los bienes que el mismo quiere conseguir.

En el caso de que alguien quiera lo que el mismo puede producir, entonces hablamos de autoconsumo, y si fuera general, el mercado no tendría por qué existir. Esto es algo básico en las economías agrarias del pasado, donde el mercado existía, pero en cantidad mucho (pero mucho) menor que en la actualidad.

En la actualidad hay infinidad de bienes, y para cada uno se necesitan varios trabajos especializados, por lo que nadie puede producir para si mismo, es decir, todos tienen que intercambiar lo que hacen por lo que verdaderamente quieren, y así nacen los precios.

Caso a parte es la existencia de Papa Noel, que a todas luces no tiene incentivo ninguno (económico) para hacer lo que hace, ya que las familias que reciben sus regalos no pagan ningún precio y por tanto, él no recibe nada. Papa Noel, hasta donde sabemos, trabaja desinteresadamente para proveer de un bien específico (o una cesta de ellos) a los niños de una determinada zona del mundo.

sábado, 20 de marzo de 2010

La Unión Europea como unión europea.



La formación de sociedades se ha vislumbrado desde  muchos puntos de vista. Hay teorías sociales para aburrir (en el buen sentido de la palabra), y mi visión económica se basa en la simple unión de ciudadanos para tomar decisiones de conjunto, lo que en el contexto empresarial se llama “coludir”.

Los ciudadanos coludimos por que sabemos, al igual que las empresas, que tomando decisiones en conjunto podemos obtener beneficios mayores que si lo hacemos de forma individual, no por que ganamos poder de mercado, que también, sino por que tenemos a nuestro alcance una serie de políticas que antes no podíamos hacer valer, aunque todos quisiéramos, simplemente por que no teníamos la fuerza necesaria.

Ahora bien, la libertad económica debe estar en cierto sentido, asegurada. Y claro hay ciertos niveles de libertad económica, ya que esta va en todas direcciones.

Que un gobierno pueda gastar más o menos dinero ya es una restricción a la propia libertad económica, que no pueda acometer ciertas políticas monetarias ya es una restricción a la libertad económica.

Al instituir sociedades se privan las libertades individuales, y si el proceso existe en un cierto nivel (gobierno – ciudadanos), también lo hace en otro nivel más elevado (UE – gobierno).

La UE, al imponer ciertas reglas de actuación esta privando a los países de cierta libertad económica, en algunos casos clave para seguir con unas políticas diferenciadoras y unos problemas atípicos.

Se está privando a las naciones de ser más socialistas o más liberales y el problema no es ese, el problema es que no se ven los puntos positivos del acuerdo internacional.

Cualquier acuerdo va a ser restrictivo, pero se hace por alguna razón, se hace par aganar estabilidad, expectativas y sobre todo fuerza. En este caso, fuerza internacional ante las dos grandes potencias, EEUU y China.

Pero perdemos fuelle al utilizar la UE como un selecto club de países simplemente cohesionados con ciertas ventajas a nivel de importación y exportación de factores productivo, dispuesto a amenazar o criticar a los países de la Unión que no mantengan los niveles esperados, no por la Unión, sino por el resto de países.

Así que ahora es cuando surgen dos críticas. Una es la dirigida a Grecia (y por ende al resto de países del mediterráneo), por realizar unas políticas económicas poco favorecedoras (sin atender a los diferentes problemas estructurales), y otra es a la propia UE, por no tener unas políticas que ayuden realmente y de forma estable y concisa a un país que, por problemas diversos (entre ellos estructurales) está en peores condiciones que el resto.

En realidad, el problema está en la visión que tengamos de la “Unión”, si debe ser integradora y de conjunto práctico, o debe ser una merca colección de leyes que mejores una faceta individual y nacional (comercio y estabilidad a nivel internacional).

El futuro de la UE recae en gran parte en poner unas bases que aun no se han puesto bien del todo.

Artículo basado en este otro artículo

jueves, 18 de marzo de 2010

Propensión y aversión al riesgo.



En economía han replantearse todo tipo de comportamientos racionales, incluso los que son subjetivos.

Por ejemplo, se puede dividir al espectro de consumidores por su grado de heterogeneidad en la importancia que le dan a la calidad cuando queremos estudiar la diferenciación de producto vertical (por su calidad), o podemos dividirla por sus preferencias con respecto a un conjunto de características (gustos diferenciados).

Hoy voy a hablar de otro aspecto más sencillo, y es la diferencia entre propenso, neutral y averso al riesgo.

Para explicarlo de modo sencillo, voy a utilizar un ejemplo práctico.

Tres personas disponen de 100 euros que pueden o no invertir. Si lo invierten pueden hacerlo tanto en la inversión A, donde tendrán un 50% de posibilidades de tener una rentabilidad del 4% y otro 50% de posibilidades de tener una rentabilidad del 6%, o pueden invertirlo en la inversión B, donde tendrán seguro una rentabilidad del 5%.

La pregunta es, ¿Dónde lo invertiría usted? Y dependiendo de la respuesta, usted es averso, propenso o neutral al riesgo.

Una persona neutral al riesgo es alguien puramente racional, matemáticamente estadística. Si invierte los 100 euros en la inversión B, obtendrá al cabo de un año 5 euros. Y sabe que, en media, si invierte los 100 euros en la inversión A también obtendrá otros 5 euros. Le da igual por tanto donde hacerlo, y probablemente vaya al sitio que tenga más cerca de casa.

Una persona que sea aversa al riesgo razona tal que así: Si lo invierto los 100 euros en la inversión B obtendré 5 euros, pero si lo hago en la inversión A puedo obtener tanto 4 como 6 euros. Prefiero no arriesgarme y me decido por la inversión del 5%.

El averso al riesgo es alguien que, ante rentabilidades medias (o esperadas) iguales, prefiere irse a lo seguro, no arriesgar por si hay mala suerte y le toca finalmente la rentabilidad del 4%.

Una persona que sea propensa al riesgo razona tal que así: Si lo invierto los 100 euros en la inversión B obtendré 5 euros, pero si lo hago en la inversión A puedo obtener tanto 4 como 6 euros. Prefiero arriesgarme a ver si hay suerte y obtengo el 6% de interés.

El propenso al riesgo es alguien que, ante rentabilidades medias (o esperadas) iguales, prefiere arriesgar el dinero, valorando mucho la posibilidad de obtener mejores resultados.

Podríamos clasificarlos como optimistas, pesimistas y realistas.

No es moco de pavo esta diferenciación, piensen por ejemplo las diferencias entre culturas sociales y económicas. Si un país es socialmente más averso a arriesgar su dinero, es posible que prefiera ahorrar a invertirlo, que su iniciativa empresarial sea más difícil de incentivar, por ejemplo.

En conjunto todo se matiza en los agregados, pero hoy en día, a pesar de la globalización, todavía quedan diferencias internacionales.